Ahora cuando pienso en ti veo el cielo gris, como el de las películas en blanco y negro. No sé si este cielo tiene nubes, pero es gris.
Ojalá tus ojos también lo fuesen y no me recordasen la primavera en la que nos quisimos con toda el alma, tu pelo, tu espalda, las cervezas en las terrazas, mirarte de reojo y sonreír sin decir nada.
lunes, 26 de marzo de 2012
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