Puede que te hayas dejado llevar hasta aquí mecido por las olas o aprovechando la bajada de la pendiente. Es probable que tú ni siquiera desees encontrarte leyendo estas líneas o tal vez hayas esperado a estar a solas para encenderte un cigarrillo y te descubras en este lugar, que pertenece a ninguna parte, por propia voluntad.
Sea como fuere, ya has presenciado el crimen.
Y ahora formas parte de esto.
Ya eres Testigo de mis Errores.

domingo, 9 de marzo de 2014

Silencio.

No escribo para no tener que arrepentirme de habernos querido tanto y tan mal.


lunes, 24 de febrero de 2014

miércoles, 19 de febrero de 2014

El pozo.

Me tira del pelo y me levanta la falda en el recreo. Y todo porque estoy haciendo un esfuerzo muy grande para no mirarle directamente. Si le miro, me caigo y me ahogo. Sus ojos siempre fueron pozos.


¿Habéis visto? Sigo aquí. Sigo viva. Y sigo cometiendo los mismos fallos que el día que empecé a escribir