jueves, 30 de diciembre de 2010
martes, 28 de diciembre de 2010
En España son dos besos.
de las montañas inexpugnables.
Deberías haberte quedado allí sólo
comiendo chucrut.
En España son dos besos
y voy a robarte algún repuesto
por aquellos que un día me has negado.
Dime para qué volviste
chico de la mirada triste.
Deberías haberte quedado allí sólo
bebiendo vermut.
En España son dos besos
y voy a robarte algún repuesto
por aquellos que un día me has negado.
En España son dos besos
y voy a robarte un ciento
por aquel que un día me has negado,
por ese que antes me has negado.
lunes, 27 de diciembre de 2010
Los garrafales errores.
jueves, 23 de diciembre de 2010
Regreso a la casa.
martes, 21 de diciembre de 2010
miércoles, 15 de diciembre de 2010
sábado, 11 de diciembre de 2010
Propaganda.
Qué guay, cómo mola ser joven, qué fácil es ser joven.
martes, 7 de diciembre de 2010
Jaque.
sábado, 4 de diciembre de 2010
martes, 30 de noviembre de 2010
La canción del croupier del Mississipi.
Fumo mucho. Demasiado.
Fumo para frotar el tiempo y a veces oigo la radio,
y oigo pasar la vida como quien pone la radio.
Fumo mucho. En el cenicero hay
ideas y poemas y voces
de amigos que no tengo. Y tengo
la boca llena de sangre,
y sangre que sale de las grietas de mi cráneo
y toda mi alma sabe a sangre,
sangre fresca no sé si de cerdo o de hombre que soy,
en toda mi alma acuchillada por mujeres y niños
que se mueven ingenuos, torpes, en
esta vida que ya sé.
Me palpo el pecho de pronto, nervioso,
y no siento un corazón. No hay,
no existe en nadie esa cosa que llaman corazón
sino quizá en el alcohol, en esa
sangre que yo bebo y que es la sangre de Cristo,
la única sangre en este mundo que no existe
que es como el mal programado, o
como fábrica de vida o un sastre
que ha olvidado quién es y sigue viviendo, o
quizá el reloj y las horas pasan.
Me palpo, nervioso, los ojos y los pies y el dedo gordo
de la mano lo meto en el ojo, y estoy sucio
y mi vida oliendo.
Y sueño que he vivido y que me llamo de algún modo
y que este cuento es cierto, este
absurdo que delatan mis ojos,
este delirio en Veracruz, y que este
país es cierto este lugar parecido al Infierno,
que llaman España, he oído
a los muertos que el Infierno
es mejor que esto y se parece más.
Me digo que soy Pessoa, como Pessoa era Álvaro de Campos,
me digo que estar borracho es no estarlo
toda la vida, es
estar borracho de vida y no de muerte,
es una sangre distinta de esa otra
espesa que se cuela por los tejados y por las paredes
y los agujeros de la vida.
Y es que no hay otra comunión
ni otro espasmo que este del vino
y ningún otro sexo ni mujer
que el vaso de alcohol besándome los labios
que este vaso de alcohol que llevo en el
cerebro, en los pies, en la sangre.
que este vaso de vino oscuro o blanco,
de ginebra o de ron o lo que sea
- ginebra y cerveza, por ejemplo -
que es como la infancia, y no es
huida, ni evasión, ni sueño
sino la única vida real y todo lo posible
y agarro de nuevo la copa como el cuello de la vida y cuento
a algún ser que es probable que esté
ahí la vida de los dioses
y unos días soy Caín, y otros
un jugador de poker que bebe whisky perfectamente y otros
un cazador de dotes que por otra parte he sido
pero lo mío es como en "Dulce pájaro de juventud"
un cazador de dotes hermoso y alcohólico, y otros días,
un asesino tímido y psicótico, y otros
alguien que ha muerto quién sabe hace cuánto,
en qué ciudad, entre marineros ebrios. Algunos me
recuerdan, dicen
con la copa en la mano, hablando mucho,
hablando para poder existir de que
no hay nada mejor que decirse
a sí mismo una proposición de Wittgenstein mientras sube
la marea del vino en la sangre y el alma.
O bien alguien perdido en las galerías del espejo
buscando a su Novia. Y otras veces
soy Abel que tiene un plan perfecto
para rescatar la vida y restaurar a los hombres
y también a veces lloro por no ser un esclavo
negro en el sur, llorando
entre las plantaciones!
Es tan bella la ruina, tan profunda
sé todos sus colores y es
como una sinfonía la música del acabamiento,
como música que tocan en el más allá,
y ya no tengo sangre en las venas, sino alcohol,
tengo sangre en los ojos de borracho
y el alma invadida de sangre como de una vomitona,
y vomito el alma por las mañanas,
después de pasar toda la noche jurando
frente a una muñeca de goma que existe Dios.
Escribir en España no es llorar, es beber,
es beber la rabia del que no se resigna
a morir en las esquinas, es beber y mal
decir, blasfemar contra España
contra este país sin dioses pero con
estatuas de dioses, es
beber en la iglesia con música de órgano
es caerse borracho en los recitales y manchas de vino
tinto y sangre "Le livre des masques" de Rémy de Gourmont
caerse húmedo babeante y tonto y
derrumbarse como un árbol ante los farolillos
de esta verbena cultural. Escribir en España es tener
hasta el borde en la sangre este alcohol de locura que ya
no justifica nada ni nadie, ninguna sombra
de las que allí había al principio.
Y decir al morir, cuando tenga
ya en la boca y cabeza la baba del suicidio
gritarle a las sombras, a las tantas que hay y fantasmas
en este paraíso para espectros
y también a los ciervos que he visto en el bosque,
y a los pájaros y a los lobos en la calle y
acechando en las esquinas
"Poesía" 1970 - 1985, La Canción del croupier del Mississipi, Leopoldo María Panero.
domingo, 28 de noviembre de 2010
Tedio I.
lunes, 22 de noviembre de 2010
miércoles, 17 de noviembre de 2010
Cosas que no me termino de creer II.
martes, 16 de noviembre de 2010
La colada.
Que no soy capaz de sacarte de mi cabeza y no te marchas de mi piel, y mira que estoy cansada de frotar y frotar.
Será que he estropeado hasta el olvido; la limpieza en seco la he jodido con todas estas lágrimas.
¿Os queda suavizante?
lunes, 15 de noviembre de 2010
Nostalgia.
A veces las personas cuando se mueren se quedan a vivir con nosotros en la letra de una canción, en aquella comida tan rica o en aquella broma que todavía no acabas de entender a pesar de que han pasado más de quince años desde la primera vez que la oíste.
Hoy sonó Kike, y siempre, siempre Abuelo.
domingo, 14 de noviembre de 2010
sábado, 13 de noviembre de 2010
jueves, 11 de noviembre de 2010
domingo, 7 de noviembre de 2010
lunes, 1 de noviembre de 2010
domingo, 31 de octubre de 2010
sábado, 30 de octubre de 2010
Generación Y.
Han pasado muchas cosas importantes desde que nací, pero a mí me gusta mirarme el ombligo.
viernes, 29 de octubre de 2010
Volver II.
me preguntaste un día,
si estaba loca por ti.
Maldita lengua la mía
cuando le dijo que sí
a quien no lo merecía.
[...]
miércoles, 27 de octubre de 2010
martes, 26 de octubre de 2010
lunes, 25 de octubre de 2010
lunes, 18 de octubre de 2010
El puto Jack Twist.
–Me voy a ir a Lightnin’ Flat a ver a mis viejos un par de días.
–Hay algo que quería decirte, tío. Antes de noviembre no voy a poder volver… después de cargar el ganado y antes de que empiece la temporada de invierno.
–Noviembre… ¿Y qué diablos ha pasado con agosto? ¡Joder Ennis! ¡Has tenido toda la puta semana para decirme esto. ¡Joder! ¿Por qué siempre estamos con este puto frío? Deberíamos ir al Sur donde hace calor. Deberíamos ir a Méjico.
–¿Méjico? Joder, Jack, ya me conoces, yo viajo menos que una tortuga en una maceta. ¡Venga, Jack! No te pongas así, podemos cazar en noviembre, matar un buen alce, puedo intentar conseguir la cabaña de Don Wroe. Lo pasamos bien aquel año, ¿verdad?
–Nunca hay suficiente tiempo, nunca hay suficiente. ¿Sabes, amigo? Esta situación es una auténtica putada. Antes era más fácil. Ahora es como ver al Papa.
–Jack, tengo que trabajar… al principio dejé mi trabajo. Te olvidas de lo que es estar en la ruina. ¿Sabes lo que es la manutención? No puedo dejar este trabajo y no me dan vacaciones. Me costó conseguir el puesto y la condición era agosto. ¿Tienes una idea mejor?
–La tuve.
–La tuviste… ¿has estado en Méjico Jack Twist, eh? Porque sé lo que tienen en Méjico para los chicos como tú.
–Sí, he estado en Méjico, ¿qué pasa con eso?
–Te lo diré una vez, puto Jack Twist, y va en serio… lo que no sé… ¡todas las cosas que no sé! Podría matarte si llego a saberlas. Y no es broma.
–¡Eh! ¡Prueba con esto! ¡Y sólo lo diré una vez!
–¡Venga!
–Te diré una cosa, pudimos tener una buena vida juntos, una vida que te cagas, en nuestra propia casa, pero tú no quisiste, Ennis. ¿Y qué tenemos ahora? ¡Esta montaña! ¡Todo se basa en eso, es lo único que tenemos! ¡Nada más! ¡Y espero que sepas eso aunque nunca sepas el resto!
–Joder…
–Cuenta las pocas veces que hemos estado juntos en casi veinte años. ¡Mide la puta correa con que me atas y luego pregúntame por Méjico y dime que me vas a matar por algo que no me das casi nunca! ¡No tienes idea de lo que sufro! Yo no soy como tú, no… ¿crees que me bastan un par de polvos en la montaña una o dos veces al año? Eres demasiado para mí, Ennis… ¡serás hijo de puta! Ojalá supiera cómo dejarte.
Ennis rompe a llorar.
–¿Y por qué no me dejas? ¿Por qué no me dejas en paz? Si estoy así es por ti Jack. No soy nada… estoy perdido.
–Ennis…
–¡No me toques joder!
–Ven aquí…
Jack le abraza.
–Tranquilo… tranquilo… Maldito seas, Ennis.
domingo, 17 de octubre de 2010
La ineficacia y la deshonra.
Me acuerdo de haber sentido verguenza a los cuatro, la primera vez que llevé el pelo recogido a clase: me deshice la coleta apoyada contra la pared sin que nadie me viera. Y la primera vez que me hicieron sentir verguenza fue a los cinco, cuando haciendo un "ancho" en la piscina, de espaldas, en clase de natación, el profesor hizo que todos los demás niños, que ya habían terminado, estuviesen callados para que yo no me diese cuenta y siguiese a mi ritmo, medio dormida, dejandome llevar por los chorros de agua. Desperté dándome un golpe con el bordillo. Nunca olvidaré a ese profesor de gimnasia, Luís, señalándome con el dedo, riendo a carcajadas, y a todos mis compañeros burlandose de mi. Claro que tampoco olvidaré como, ocho años más tarde, el mismo profesor nos vino a dar una clase de estiramientos musculares con una erección. Minúsculo pene. El karma, o algo así.
¡Qué duro es ser pequeño!
sábado, 16 de octubre de 2010
Horizonte de sucesos.
En dicho "horizonte", todo lo que ocurra no afectará al universo externo. Todo lo que supera ese límite ya no puede volver atrás, y lo que sucede dentro de éste es invisible a los ojos de los observadores del otro lado del mismo.
martes, 12 de octubre de 2010
Escupitajo.
Salvo rarísimas excepciones, siempre me aburrió tu forma de hacer el amor.
El que haya fingido orgasmos con veintidós años me parece tan triste que me dan ganas de ponerme a llorar. Además, el tiempo que no pasaba contigo en la cama ni siquera merecía la pena la actuación.
¿En qué estaría pensando?
Sí, somos igual de miserables: no supimos complacerme.
lunes, 11 de octubre de 2010
Circo.
La vida es un circo:
Un circo romano.
Dos atletas saltan de un lado a otro de mi alma
lanzando gritos y bromeando acerca de la vida:
y no sé sus nombres. Y en mi alma vacía escucho siempre
cómo se balancean los trapecios. Dos
atletas saltan de un lado a otro de mi alma
contentos de que esté tan vacía.
Y oigo
oigo en el espacio sonidos
una y otra vez el chirriar de los trapecios
una y otra vez.
Una mujer sin rostro canta de pie sobre mi alma,
una mujer sin rostro sobre mi alma en el suelo,
mi alma, mi alma: y repito esa palabra
no sé si como un niño llamando a su madre a la luz,
en confusos sonidos y con llantos, o bien simplemente
para hacer ver que no tiene sentido.
Mi alma. Mi alma
es como tierra dura que pisotean sin verla
caballos y carrozas y pies, y seres
que no existen y de cuyos ojos
mana mi sangre hoy, ayer, mañana. Seres
sin cabeza cantarán sobre mi tumba
una canción incomprensible.
Y se repartirán los huesos de mi alma.
Mi alma. Mi
hermano muerto fuma un cigarrillo junto a mí.
domingo, 10 de octubre de 2010
Desaparecer II
sábado, 9 de octubre de 2010
Corrientes circulares en el tiempo.
me tenías en la punta de los dedos.
Las secuelas de los viejos días
estarán conmigo el resto de mi vida.
Me quedé dormido un momento
y los valles se cambiaron por desiertos
por obra y gracia de El que controla el firmamento,
El que decide que ande perdido en corrientes circulares en el tiempo,
El que transforma los diamantes en quejidos y lamentos,
El que se encarga de que salgas y que yo me quede dentro.
Asustado, sintiéndome enfermo,
como una temporada en el infierno.
Intentando ver una salida,
encontrando más problemas todavía.
Todo esto que jamás podré comprender,
lo que obtuve a cambio de intentar hacerlo bien.
Eso no es para mí, quiero mi parte de lo bueno.
Quiero que estés aquí, quiero tenerte dando vueltas a mi lado todo el tiempo,
en nueve órbitas concéntricas y yo estar en el centro.
Será mucho pedir, pero es lo menos que merezco.
jueves, 7 de octubre de 2010
miércoles, 6 de octubre de 2010
lunes, 4 de octubre de 2010
Arrepentimientos I
domingo, 3 de octubre de 2010
Miedos III
Voy a empezar a llevar pastelitos a la facultad.