Puede que te hayas dejado llevar hasta aquí mecido por las olas o aprovechando la bajada de la pendiente. Es probable que tú ni siquiera desees encontrarte leyendo estas líneas o tal vez hayas esperado a estar a solas para encenderte un cigarrillo y te descubras en este lugar, que pertenece a ninguna parte, por propia voluntad.
Sea como fuere, ya has presenciado el crimen.
Y ahora formas parte de esto.
Ya eres Testigo de mis Errores.

sábado, 16 de junio de 2012

Costa da morte.

Llevas una cazadora gris y yo el abrigo rojo.
Hace viento y el pelo se te mete en los ojos y en la boca cuando sonríes. Te haces una coleta floja y estás tan guapo que me entran ganas de llorar, pero trago saliva y me arrimo a ti porque hace frío.

Pasas una mano por mis hombros y apoyo la cabeza en tu pecho.

Cierro los ojos y huelo el mar. El mar huele a ti y tú hueles a mar. A mar gris y bravo. A mar picado. A mar rebelde. A mar. Amar.


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1 comentario:

  1. marta16 de junio de 2012, 20:26

    mar vivo =)


    Tú me gustas más a mi. Tú y como juntas las letras, y las palabras, y las pegas en tus historias, cortas pero largas.

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