Puede que te hayas dejado llevar hasta aquí mecido por las olas o aprovechando la bajada de la pendiente. Es probable que tú ni siquiera desees encontrarte leyendo estas líneas o tal vez hayas esperado a estar a solas para encenderte un cigarrillo y te descubras en este lugar, que pertenece a ninguna parte, por propia voluntad.
Sea como fuere, ya has presenciado el crimen.
Y ahora formas parte de esto.
Ya eres Testigo de mis Errores.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Bang Bang! You are dead.


Necesito un libro de crímen, misterios y femmes fatales. Una novela negra al estilo clásico.

Que haya niebla y muchos cigarrillos. Que el protagonista dispare una Colt y una mujer se pinte los labios de rojo. Que "la sangre brote a borbotones". Que esté narrada por un hombre cerca de los cincuenta, sin familia, tal vez, y como mucho, una ex mujer, que lleve una vida gris y anodina y que su autoestima no sea para tirar cohetes. Que alguien robe un diamante muy caro, entren en una habitación cerrada a cal y canto, que desaparezca un cuadro valioso. Que haya un secundario tonto, pero buena gente, con familia. Que el malo tal vez sea el mayordomo. Que la chica levante pasiones y entierre cadáveres.

Se necesita un final donde todo es lo que parecía. Donde la obviedad es cuestionada por evidente. Se necesita esta clase de final inesperado.

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