Cuando tenía entre doce y catorce años me masturbaba leyendo "La vida sexual de Catherine Millet". Por supuesto, el onanismo era tanto sexual como intelectual.
Quizás mis amantes, si llegaran a entender alguna palabra de todo esto, culparían a mis lecturas adolescentes de lo que ellos denominan tanto como libertinaje como gafapastismo.
Y yo me pregunto, ¿Por qué no es más fácil ser, al mismo tiempo, una libertina concienzuda y una respetada intelectual?
¿Has sentido alguna vez el dolor, el abismo de la carne: " el cuerpo habitado"?
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