Puede que te hayas dejado llevar hasta aquí mecido por las olas o aprovechando la bajada de la pendiente. Es probable que tú ni siquiera desees encontrarte leyendo estas líneas o tal vez hayas esperado a estar a solas para encenderte un cigarrillo y te descubras en este lugar, que pertenece a ninguna parte, por propia voluntad.
Sea como fuere, ya has presenciado el crimen.
Y ahora formas parte de esto.
Ya eres Testigo de mis Errores.

martes, 23 de marzo de 2010

Adolescencia.




Cuando tenía entre doce y catorce años me masturbaba leyendo "La vida sexual de Catherine Millet". Por supuesto, el onanismo era tanto sexual como intelectual.
Quizás mis amantes, si llegaran a entender alguna palabra de todo esto, culparían a mis lecturas adolescentes de lo que ellos denominan tanto como libertinaje como gafapastismo.
Y yo me pregunto, ¿Por qué no es más fácil ser, al mismo tiempo, una libertina concienzuda y una respetada intelectual?
¿Has sentido alguna vez el dolor, el abismo de la carne: " el cuerpo habitado"?


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