Puede que te hayas dejado llevar hasta aquí mecido por las olas o aprovechando la bajada de la pendiente. Es probable que tú ni siquiera desees encontrarte leyendo estas líneas o tal vez hayas esperado a estar a solas para encenderte un cigarrillo y te descubras en este lugar, que pertenece a ninguna parte, por propia voluntad.
Sea como fuere, ya has presenciado el crimen.
Y ahora formas parte de esto.
Ya eres Testigo de mis Errores.

martes, 17 de agosto de 2010

Los suspiros son aire, y van al aire.

Ahora que tienes todo mi verano en tu mano,
que conoces mi pulso y el calor de mi sangre,
que me duermo en tus ojos de gacela y escucho
las canciones más dulces de la mar y la aurora;
ahora que he aprendido a libar los silencios
y a perderme en tu pecho como en un paraíso,
enséñame, si sabes, a vivir de otra forma
porque me mata el miedo de perderte algún día.

"Lección Final". J. M. Santiago Castelo

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