Etimologicamente, del griego, dolor de ausencia.
A veces las personas cuando se mueren se quedan a vivir con nosotros en la letra de una canción, en aquella comida tan rica o en aquella broma que todavía no acabas de entender a pesar de que han pasado más de quince años desde la primera vez que la oíste.
Hoy sonó Kike, y siempre, siempre Abuelo.
lunes, 15 de noviembre de 2010
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