Puede que te hayas dejado llevar hasta aquí mecido por las olas o aprovechando la bajada de la pendiente. Es probable que tú ni siquiera desees encontrarte leyendo estas líneas o tal vez hayas esperado a estar a solas para encenderte un cigarrillo y te descubras en este lugar, que pertenece a ninguna parte, por propia voluntad.
Sea como fuere, ya has presenciado el crimen.
Y ahora formas parte de esto.
Ya eres Testigo de mis Errores.

viernes, 15 de julio de 2011

Dos años sin Kike.

Ya no me acuerdo de tu cara si no veo tus fotos, y aunque me esfuerzo, no consigo recordar tu olor, que reconocería entre millones. Pero conservo tu risa, la forma de tus manos, el color de tu guitarra y cómo me hacías sentir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario