Puede que te hayas dejado llevar hasta aquí mecido por las olas o aprovechando la bajada de la pendiente. Es probable que tú ni siquiera desees encontrarte leyendo estas líneas o tal vez hayas esperado a estar a solas para encenderte un cigarrillo y te descubras en este lugar, que pertenece a ninguna parte, por propia voluntad.
Sea como fuere, ya has presenciado el crimen.
Y ahora formas parte de esto.
Ya eres Testigo de mis Errores.

domingo, 3 de mayo de 2015

Mayo mayea.

Cambio de mes y pruebo nueva letra en mi abecedario.

Me gustan sus manos grandes, sus pestañas rizadas, sus dientes y el culo que le hacen los vaqueros que llevaba ayer. También me gusta lo atento que es y sus mensajes todos los días.

Pero no me gusta que siempre diga lo que quiero oír, que también les diga a otras chicas lo que quieren oír, que juegue conmigo y no yo con él y lo confusos que son sus mensajes todos los días.

Que me tiraría de un puente de cabeza, bueno, a veces, otras ni siquiera me atrae la idea del puenting. Tengo miedo de la fuerza que puedan llegar a tener mis propios sentimientos.

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