Tengo la ventana abierta y la persiana bajada, y la luz se apoya en mis piernas, rayada, haciéndome cosquillas.
Estoy desnuda encima de la cama. Si cierro los ojos oigo a algún pájaro cantar y todo resulta leve y sosegado. Y además huele a verano, como cada año, supongo.
Y nadie ni nada a mi alrededor se da cuenta de que toda esta armonía es un disfraz. Que la nubes amenazan tormenta. Que cada vez soy más consciente de que no habrá más veranos apoyada en tus rodillas.
Interrumpo mi equilibrio para volver a quebrarme.
Qué dificil reconstruir los estíos, ahora que ya no estás.
viernes, 9 de julio de 2010
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El Verano es un Invierno disfrazado.
ResponderEliminarLo unico que te hace es pensar más.
Bienvenida
Qué bueno... En seguida uno se encuentra en el lugar. Huele a bochorno
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