Puede que te hayas dejado llevar hasta aquí mecido por las olas o aprovechando la bajada de la pendiente. Es probable que tú ni siquiera desees encontrarte leyendo estas líneas o tal vez hayas esperado a estar a solas para encenderte un cigarrillo y te descubras en este lugar, que pertenece a ninguna parte, por propia voluntad.
Sea como fuere, ya has presenciado el crimen.
Y ahora formas parte de esto.
Ya eres Testigo de mis Errores.

viernes, 4 de junio de 2010

Réquiem.

Nunca fue suficiente para ti dar vueltas alrededor de la lámpara de mi mesilla de noche, por eso, estúpido díptero, como Dios, por y para tí, hice la Luz. Y tú, Ícaro incauto, te alzaste demasiado y moriste abrasado en el globo que hay sobre la bombilla de este micro cosmos al que llamo MI Habitación.

Al diminuto vampiro que se alimentó durante días de mi dulce, dulce sangre.

2 comentarios:

  1. Bonita descripcion para esos seres que invaden los veranos de su presencia.
    Malditos.

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  2. Gracias, Febrero. Si es que son insoportables. Yo estoy llena de picaduras. Me voy a desgastar de tanto rascar.

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